lunes, 13 de diciembre de 2010

Nuevas tecnologías, nuevas adicciones

Es un fenómeno relativamente nuevo, no tanto en cuanto a su aparición como a su magnitud. Muchos son los factores que contribuyen a que los jóvenes le dediquen cada vez más tiempo a navegar por la red y construir sus relaciones bajo un entorno virtual. En internet cada vez hay más información y eso no es algo que sea intrínsecamente malo, sino el mal uso que se haga de ella y la falta de limitaciones de acceso a la misma.

También está el hecho que para los jóvenes de la sociedad actual es mucho más fácil conocer gente en las redes sociales, que relacionarse en otros sitios, ya que con el ritmo de vida actual no es fácil encontrar huecos para nuevas amistades. ¿Cuando se convierte este uso en adicción? ese es el debate. Aquí tenéis varias noticias relacionadas para que comentéis.

El 'mono' de las redes sociales Autor: Europapress - Fuente: elmundo.es

2 comentarios:

  1. Es posible que no se le de tanta importancia a este tipo de comportamientos que pueden llegar a derivar en adicción.No obstante, tan sólo el abuso o uso inadecuado de nuevas tecnologias como moviles, internet, redes sociales, etcetc ya puede crear problemas en cuanto que ocupan mucho del tiempo libre (y no tan libre) del que disponemos, quitandoselo a otras actividades más "sanas" como la actividad fisica, la vida social "no virtual", y, por qué no, el estudio...

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  2. Mal utilizados, Internet, chats, videojuegos y hasta los móviles tienen un componente adictivo que está empezando a causar estragos sociales. Las víctimas, una vez más, son los más débiles: los jóvenes. El problema es que ni ellos ni sus padres suelen ser conscientes del peligro, que sí pone en alerta a psicólogos y pedagogos. El Estudio epidemiológico sobre adicciones del catedrático de Psicología Clínica Elisardo Becoña (Universidade de Santiago) precisa en un 12,7% el riesgo de adicción a Internet en el medio urbano, por encima del 11% que señalan los informes elaborados por la asociación Protégeles para el Defensor del Menor.

    El cibersexo, la conexión compulsiva a la Red o el juego on-line atrapan con facilidad, pero también hay adolescentes que se enganchan al móvil, hasta el punto de que el 38% de los alumnos de bachillerato admiten sentir ansiedad cuando se ven privados de él.

    Los expertos distinguen entre la adicción pura a Internet o al móvil y aquellas patologías clásicas que encuentran en la tecnología actual un vehículo nuevo. Así, eBay sustituye al comercio en las compras compulsivas, como la página de contactos al prostíbulo y la apuesta on-line al casino o al bingo. Estos adictos acaban en centros específicos. La clave está en la pérdida de control. El adolescente con problemas en casa se refugia en Internet, donde crea una vida paralela. Ahí nace el abuso del chat, el juego o las páginas pornográficas, y hay que pensar que el 80% de los adolescentes de 14 a 21 años usan Internet para chatear o jugar. Tras la adicción tecnológica aparece «el síndrome de abstinencia, con depresión, fatiga, ansiedad y, a veces, diarreas y vómitos.

    Nos preocupan las adicciones a las nuevas tecnologías no sólo por los trastornos psíquicos sino también por una serie de derivaciones que se asocian a ellas, como el fracaso escolar o el aislamiento. La población adolescente es un importante grupo de riesgo ya que más del 30% de las adicciones al juego comienzan en esa etapa. "El fracaso escolar y la falta de un proyecto de vida implican que los jóvenes dispongan de mucho tiempo libre", ha apuntado Enrique Echeburua, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, que explica, además, que la prevención resulta difícil por la vulnerabilidad de esta población y la facilidad de acceso al juego.
    Los expertos ven con preocupación cómo los jóvenes dedican cada vez más tiempo a los móviles, a la consola y a internet, y creen que la adicción a estas tecnologías puede existir aunque aún no se hagan consultas específicas al respecto.

    A modo de conclusiones:
    • Las nuevas tecnologías poseen un enorme potencial comunicativo y educativo, pero también entrañan riesgos.
    • Esta adicción puede afectar a todas las edades, pero especialmente a los adolescentes.
    • Las administraciones deben implicarse más en este tipo de adicciones y realizar estudios epidemiológicos que nos indiquen la realidad de la situación.
    • Las nuevas tecnologías no son las que producen estas adicciones; se vuelven adictas las personas que previamente tenían algún problema.
    • La escasa demanda de atención al respecto de este tipo de adicciones no quiere decir que éstas no existan.
    • Una atención temprana a este tipo de conductas puede revertir en un mejor pronóstico.

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